La historia del café

No sabemos exactamente cuándo se descubrió el café por primera vez, pero los arqueólogos han encontrado evidencias de uso del café como medicina en el mundo árabe en escritos antiguos de alrededor del año 900 A.C.
Una leyenda popular atribuye el descubrimiento del café a un cabrero etíope llamado Kaldi (en torno al año 300 D.C.).
Éste observó que su rebaño estaba muy activo cuando los animales comían ciertas bayas rojas.
Decidió probarlas y descubrió el efecto energético de las semillas del café. Poco a poco se fue difundiendo el hábito de usar las semillas del café como alimento energético y la gente aprendió que se podía preparar una bebida sabrosa tostando las bayas e hirviéndolas posteriormente.
Una leyenda popular atribuye el descubrimiento del café a un cabrero etíope llamado Kaldi (en torno al año 300 D.C.).
Éste observó que su rebaño estaba muy activo cuando los animales comían ciertas bayas rojas.
Decidió probarlas y descubrió el efecto energético de las semillas del café. Poco a poco se fue difundiendo el hábito de usar las semillas del café como alimento energético y la gente aprendió que se podía preparar una bebida sabrosa tostando las bayas e hirviéndolas posteriormente.
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Los peines más antiguos se han encontrado en tumbas egipcias revistiendo formas parecidas a las actuales y con el doble destino de servir para el aseo de la cabeza y para el adorno del cabello. Los de esta segunda clase no se han hallado reales sino en figuras pintadas. Los de aseo constan en realidad y son de madera, no solo de la civilización egipcia si no aún de la prehistórica europea a partir de la primera edad de los metales.
El animal que regenera su propia cabeza
El animal que regenera su propia cabeza

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La Fosa de las Marianas
La Fosa de las Marianas, situada en el océano Pacífico y considerada el lugar más profundo del planeta, no es un inhóspito infierno acuático. Al contrario de lo que pueda parecer, esta cicatriz de 2.550 km de longitud que alcanza los 11 km de profundidad -el monte Everest podría introducirse dentro- en el Abismo Challenger, estárepleta de vida. Investigadores de la Universidad de Dinamarca del Sur, Odense, han descubierto altos niveles de actividad microbiana en los sedimentos del fondo, justo donde hace unos meses descendió el director de Hollywood James Cameron.
Debido a su profundidad extrema, la fosa está envuelta en una oscuridad perpetua con temperaturas glaciales. Sin embargo, el equipo dirigido por Ronnie Glud comprobó que el nivel de consumo biológico de oxígeno era dos veces más elevado que en un lugar cercano situado a solo 6.000 metros de profundidad. El análisis de los sedimentos extraídos en los dos lugares muestra también concentraciones más elevadas de células microbianas en el Abismo de Challenger. Cameron debía haber «rascado» un poco más.
Con un robot submarino
Los investigadores utilizaron un robot submarino de 4 metros y 600 kilos concebido especialmente para la búsqueda de vida en la fosa, con sensores ultrafinos para sondear el consumo de oxígeno de los fondos marinos. El equipo también realizó vídeos del fondo de la fosa. La presión allí es casi 1.100 veces superior a la que existe en la superficie. Sin embargo, encontrar comida es un reto aún más grande que soportar la presión.
«Encontramos un mundo dominado por los microbios adaptados para funcionar eficazmente en condiciones extremadamente inhóspitas para organismos más desarrollados», indicaron los investigadores. «Con la excepción de temperaturas muy superiores al punto de ebullición (cuando el agua hierve), las bacterias parecen soportar casi todolo que este planeta puede arrojarles», dicen los científicos.